Resumen |
Ya no hay tierras que descubrir, ni monstruos que capturar. Es posible que mucho antes de que comenzara el siglo XX se hubiera desenterrado todos los tesoros y exploradas todas las naves hundidas. Pero si uno construye una embarcación es para ir algún lado, para navegar y, tal vez, descubrir que en nuestros sueños se hallan las piezas faltantes del rompecabezas de la vida. |